¡Oh sorpresa la pobreza!
¡Oh sorpresa la pobreza!
¡Oh esparcimiento el engaño!
Vengan, vamos, coronemos nuestra torpeza
avancemos en la barbarie otro peldaño.
Nada cambia de un día a otro
aunque el empeño y la voluntad sean vastos
porfiados, ingenuos o malvados,
alistémonos para que nos deslumbre el señor ministro
quizá otros quinientos
o la plaza llena de buscarruidos...
Comentarios
Publicar un comentario